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domingo, 3 de marzo de 2013

MUCHACHINOS CON CHALECO








Soy extremeña, lo cual me hace poner el "ino" o "ina" a las terminaciones de muchas palabras. La expresión que da nombre a la entrada se refiere a la manera que tenemos en algunas partes de Extremadura para llamar a las carillas,  una alubia de grano pequeño y de color blanco cremoso con una linea negra en el centro y un sabor muy característico. Donde yo vivo, en La Vera, se les llama menines.
De chica, era una "niñaesonomegusta" parafraseando a Gastropitecus Glotón, es decir, veía un plato de alubias de la clase que fuera y salía corriendo o decía a mi madre o a mi abuela "eso no me gusta", llevándome de paso una buena regañina, una llantina de aúpa y al final, tenía que comerlas, porque, según mi madre y mi abuela, tenían mucho hierro...
Afortunadamente el paso del tiempo borra todos aquellos disgustos y ahora es uno de mis platos favoritos de invierno, que recompone el cuerpo y el alma, por ejemplo, cuando, tras una caminata de varias horas por las montañas de Gredos , regreso a casita y nada más entrar por la puerta, además del calor de la chimenea, un guiso de alubias me espera con todos sus "habíos", es decir, choricito, oreja, morcilla...vamos que me da la vida.
Las alubias están presentes en la gastronomía popular del viejo y nuevo continente. Si bien la mayoría de las alubias llegaron a España con el descubrimiento de América, la carilla no tiene su origen en el Nuevo Mundo sino que proceden de la India y este de África  Por lo tanto es una de las pocas alubias que existían en España antes de la llegada a Las Américas.
Se calcula que hay más de 300 variedades entre blancas, negras, canela, pintas y rojas. Las tres zonas existentes en España con Denominación de Origen son fabe asturiana, judía del Barco de Avila y La Bañeza en León.
Otras variedades conocidas son los judiones de la Granja de San Ildefonso en Segovia, blanca de rinón de León y Avila, la canela de León, Orense y Zamora, caparrón de La Rioja, las pochas de Navarra y las alubias de Gernika y Tolosa.
Ese plato de carillas que me da la vida tras la caminata lleva como ingredientes medio kilo de carillas,choricillo, oreja de cerdo, morcilla de calabaza, una cebolla, un pimiento rojo, una hoja de laurel, dos ajos, una ramita de perejil, una cucharadita de pimentón de La Vera(a mi me gusta poner el agridulce para darle un poco de chispa), aceite de oliva y sal.Puede añadirse un puñadito de arroz.
Las carillas las ponemos en remojo la noche anterior. Ponemos a pochar en una cacerola la cebolla y el ajo cortado muy pequeñito, seguidamente el pimiento rojo. Una vez pochado añadimos el pimentón, las carnes, que dejamos rehogar un poquito. Ponemos los menines(las carillas) en la cazuela con todo lo anterior, le añadimos un fondo de verduras o ave, que son suaves, y la hoja de laurel. Chup, chup, despacito, el tiempo necesario para que las carillas estén blanditas(dependerá de la frescura de las mismas) y listo!!
Una vez lo sirvamos en los platos podemos espolvorear con perejil picadito.

La foto no es muy nítida pero más o menos así estaría yo...



Las

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