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lunes, 15 de julio de 2013

SABORES EN LA LUNA


(Escarcha de Naranjas Sanguinas en mi luna particular)


Hoy he estado en La Luna. Y los sabores "Made in the Moon" han pasado a formar parte de mi memoria. 
Nunca imaginé que los pétalos de rosas, junto con un tomate encurtido o una "piedra" de parmesano, entre otras maravillas, pudieran preparar mi plebeyo paladar para entrar de lleno en el Olimpo gastronómico de QDR.
Me desperté temprano, quería sentir la brisa fresca de la mañana mientras conducía a Dénia para poder pasar el domingo disfrutando de la increíble cocina de Quique, y por supuesto, de su compañía. En el coche The Police ponía la nota sonora ,"Every breath you take" como no...
No he tenido acompañante en este viaje por los sentidos, la gastronomía, sabores, olores, texturas...pero no me ha importado. De vez en cuando busco soledad para poder evadirme del bullicio cotidiano y poder experimentar, sin interferencias, momentos que sé marcarán un antes y un después en mi vida. 
Tras un recibimiento exquisito por parte de Didier, he disfrutado de unos snacks en el precioso jardin, antesala de lo que vendría despues. Hoja de hierbas en escabeche, tomate encurtido en seco, pétalos de rosa(roja, por supuesto), liquen...
Después he pasado a la sala, donde me han acomodado en una mesa para mi solita, obviamente. Y ha comenzado el festín. De entre las tapas que he degustado mis favoritas han sido el tiradito de corvina, el pesto y una deliciosa empanadilla de remolacha y cangrejo, pero hay dos que me han sorprendido sobre todo lo demás, el turron de fresas, vinagre y rosas y las almendras tiernas, termendamente delicado, femenino, pero a la vez persistente en el paladar. 
El guiño a mi tierra ha venido de una sopa fría de cerezas, pero los berberechos con kefir de apio, eneldo y vodka han conquistado mis papilas gustativas así como la anguila, concentrando en dos maravillosos bocados todo el frescor del verano y la tradición. Estos dos platos regados con un vino alemán increiblemente fresco, un Scharzhof riesling 2008, han sido de auténtica locura.
También maravilloso el arroz "carnarolli" de pato, remolacha y avellanas. 
Y el postre Escarchas de naranjas sanguinas ha sido, desde luego, la guinda a una experiencia única. 

Te llevaría a La Luna conmigo, pero , como la economía no está para viajes galácticos, si podré llevarte a través de "Made in the Moon"

No tengo palabras para agradecer la amabilidad y el cariño con el que se me ha recibido, lo rico que he comido y lo feliz que me han hecho. 

He aqui la prueba...











domingo, 7 de julio de 2013

AZUCAR DE SANGUINAS EN MI BOCA




Los cítricos son mi debilidad y, de entre todos ellos, la naranja sanguina me gusta especialmente. 
Los cítricos se han cultivado en Sicilia desde hace mucho tiempo, estando documentado desde la época del dominio moro. Aunque se acredita a los árabes la plantación original de limones y naranjas amargas en Sicilia, los cruzados genoveses y portugueses introdujeron la variedad dulce, la Portogallo, en el siglo XV.
El partir una naranja me transporta a mi infancia. Era una fiesta cuando, de entre las naranjas que se compraban en casa, "tocaba" una sanguina, o de sangre de toro, que decía mi abuelo.
Su sabor agridulce en mi boca me hace recordar el día que me regalaste ese azúcar de sanguinas. No sabía muy bien como utilizarlo, y tu, muy sabio, me dijiste " tómalo con tus dedos, úntalos en él azucar y a la boca". La otra opción era "bañar" unos gajos y disfrutar, en cada uno de ellos, el crujir del azúcar y la explosión del zumo de naranja. 
Aún no he probado las dos maneras en que me aconsejaste hacerlo. Era tarde  cuando abrí la bolsita, en soledad, con cuidado, con mimo, olí lo que había en su interior y no pude resistirme. Chupé mi dedo, lo llené del azúcar y lo puse en mi boca. Me gustó la sensación. Cerré los ojos. Sonaba de fondo "Corcovado" del genial Antonio Carlos Jobim
 La segunda forma de festejar el azúcar aún no he probado, quizás porque requiere compañía, para compartir gajos y risas. No sé que música sonará...